La maza ceremonial del Ayuntamiento de Barbastro es una fantástica pieza de orfebrería fechable por estilo, decoración y punzón en la segunda mitad del siglo XVI. La platería en Aragón, y de un modo destacado en Zaragoza, alcanza un esplendor sin igual durante este periodo, caracterizado por el auge de la plateria civil. Estilísticamente se trata de una pieza de estilo tardo-renacentista, con decoraciones vegetales entrelazadas, bellotas y el escudo de Barbastro en la macolla; en el vástago presenta decoraciones vegetales estilizadas.
Símbolo de poder.
La maza es el emblema de la autoridad, el bastón de mando que, simbólicamente, reciben los alcaldes al ser elegidos.
Su origen se remonta a la Prehistoria. En la antigua Grecia tuvo un uso militar: se entregaba al jefe superior del Ejército un bastón de forma cilíndrica, réplica exacta de otro que quedaba en poder de un éforo (uno de los cinco magistrados que anualmente elegía el pueblo en Esparta). Cuando entre ellos se querían comunicar algún tema delicado, enrollaban una cinta a modo de serpentina a lo largo del bastón, escribiendo el texto en el sentido de las generatrices, de forma que al recibirla su destinatario y liarla de nuevo en el suyo, de exacta longitud y diámetro, éste podía leer lo que era ininteligible para cualquier interceptor. En Grecia el bastón se convirtió un distintivo del mando. Así la vara, báculo, bastón o cetro, pasó a representar poder, dominio, potestad, jurisdicción o jerarquía, de reyes o emperadores, generales, prelados, ministros, alcaldes…
La maza del Ayuntamiento de Barbastro.
El uso de la maza o cetro, símbolo de la autoridad, distinción y del poder ejercido por sus propietarios, se generalizó en el ceremonial y protocolo de diferentes instituciones a lo largo del siglo XVI, y sobre todo durante el reinado de Felipe II, cuando fueron usados de manera habitual tanto por los estamentos civiles como por los eclesiásticos.
Estas obras imitan los cetros reales pero son de mayores dimensiones; debido a su mayor tamaño y peso, eran portadas por los maceros. Siguiendo el protocolo establecido, enccabezaban las comitivas del Concejo de la Ciudad en los actos públicos y procesiones organizados en Barbastro. Así, dependiendo de la importancia de la celebración o acto en el que se requería su uso, podía disponerse la utilización de dos, cuatro o seis mazas.
En estas piezas figuraban en lugares preeminentes y bien visibles, las armas de los organismos que las habían encargado. El escudo de Barbastro que decora esta maza, deja claro su origen y función.

Descripción.
Se trata de una pieza compuesta por un vástago cilíndrico, que arranca de una base o disco donde aparece el escudo de la ciudad de Barbastro. El cañón cilíndrico se articula en cinco cuerpos dividos por anillos: un cuerpo con decoración estriada, dos pequeños cuerpos bulbosos con decoración vegetal y dos cuerpos sin decoración, de plata en su color. La pieza remata con una espectacular macolla, compuesta por 6 piezas con ornamentación vegetal calada y dispuestas radialmante. Cada una de ellas presenta pequeñas bellotas en los remates y un medallón con el escudo de la ciudad de Barbastro centrando la composición.

Combina distintas técnicas:
- Fundición a partir de un molde para las piezas que conforman la macolla. Estas piezas se sujetan al cuerpo principal mediante soldaduras, aunque a veces también mediante tornillos y pasadores; normalmente las obras de fundición se repasan con cincelado, técnica que consiste en esculpir y modelar en alto relieve y desde el exterior de la pieza, motivos decorativos.
- El repujado consiste en un golpeo del metal por la parte interior para que la chapa tenga resalte de bulto con mucho menor peso que en el caso del cincelado. Estos trabajos se concentran en el vástago.
- También presenta grabados o burilados, es decir, incisiones, en este caso ornamentales, realizadas sobre la superficie metálica con un instrumento duro llamado buril; es la decoración que vemos alrededor del escudo de la ciudad.
- Finalmente encontramos restos de sobredorados en la parte inferior del vástago con decoración acanalada, y en los fondos de las decoraciones vegetales bulbosas. Esta técnica es muy utilizada para crear contrastes de color y aportar a la obra el aspecto del oro.
La marca o punzón.
Las marcas son estampaciones que se hacen sobre la superficie metálica con un punzón de acero, mediante presión o golpe seco. Esta contraseña esta grabada en realce y negativo sobre un extremo de un punzón de acero para que, al marcarlo sobre la plata, aparezca en positivo sorbe la superficie y pueda leerse con facilidad. La finalidad de las marcas es gantizar la ley de la materia prima. El punzón que presenta esta pieza es CES, de lo que deducimos que es obra de un taller cesaraugustano o zaragozano.
Estado de conservación.

La pieza presenta golpes y abolladuras derivadas del uso, además de perdidas y degaste de los sobredorados y abundante suciedad superficial. Ésta última es debida tanto a la manipulación y uso de la maza, como a las limpiezas realizadas con sustancias sólidas y limpiametales que no han sido totalmente eliminadas, dejado abundantes residuos de material que blanquean y verdean la superficie metálica, y afectan al aspecto estético de la obra.