Un elemento fundamental de la política de conservación de nuestro Museo es el Programa de Conservación Preventiva Integral, consistente en la planificación de rutinas de control y mantenimiento para detectar posibles alteraciones y proceder a su tratamiento inmediato.
La supervisión permanente de las piezas, por parte de personal cualificado, nos permite tratarlas en cuanto se detecta una mínima alteración.
Anualmente se realiza una revisión y limpieza básica general de todas las piezas del Museo.
Con estas actuaciones se intenta garantizar la correcta conservación de las piezas, retrasando la necesidad de tener que recurrir a costosas restauraciones.
Otro de los objetivos del Área de Restauración es implantar rutinas de control en todo el patrimonio diocesano y concienciar a los responsables de los templos de la necesidad de vigilar el estado de conservación de las obras que custodian y comunicar posibles alteraciones, a fin de poder ofrecer soluciones a cada circunstancia. Así, desde el Museo se realizan tareas de conservación preventiva, asesoría y restauración para parroquias de la Diócesis de Barbastro – Monzón.