El próximo sábado 30 de enero, a las 19.30 horas, se inaugurará la exposición de pintura: «VIR, HEROICUS, SUBLIMIS» de Francisco Alastruey, en la sala de exposiciones del Museo Diocesano de Barbastro-Monzón.
Francisco Alastruey escruta y desmonta el espacio para reconstruirlo, plano a plano, en una obra sincera, desnuda de afectación y legible por su extrema sencillez. Mucho más allá de juzgar su obra como una pintura de técnica mixta, Alastruey, heredero actualizado de los maestros del románico y el gótico aragoneses, conjuga la austeridad de la materia con el candor espiritual recreando escenarios oníricos que desbordan la objetividad. La obra de Alastruey compacta y unifica hierro, arpillera, leños, cordajes…, al servicio de una intención pictórica empeñada en trascender el sentimiento.
Sobre sus férreos soportes, la luz se quiebra en las resinas y el poliéster insinuando arabescos y bajorrelieves que juegan a evocar la parte de la historia que le interesa, esa historia de leyenda, religiosidad y naturaleza que aprendió en su niñez junto a los muros de Sijena y que, ahora, reconvierte en una realidad sublimada por la evocación.
Sorprende Alastruey. Por encima de todo, sorprende. Pliegues, recortes, texturas, surcos y salientes conviven en una mágica armonía donde el color golpea vibrante y primitivista supeditado a la sensación de volumen; donde los tonos, más que explicar y reproducir, hablan de emociones y deseos; donde la pintura es caricia que atenúa o revés vital y, en cualquier caso, velo de misterio y sorpresa.
Su serie “VIR, HEROICUS, SUBLIMIS” transmite la fuerza de quien se siente privilegiado de cuna. Es fácil sentir identidad ante este conjunto que expresa la complicidad de la alegría por un patrimonio irrepetible y por un modo de vivir, cuajado de valores humanos, que se manifiesta en la naturalidad, la robustez y la avenencia de sus formas.
La exposición podrá visitarse hasta el 14 de marzo en horario habitual del Museo.
¡Os esperamos!
