El pasado día 17 de octubre nuestra Asociación de Amigos del Museo Diocesano realizamos nuestro viaje cultural de otoño.
En esta ocasión visitamos varios de los lugares más emblemáticos del arte religioso del Sobrarbe, como el Monasterio de san Victorián, la iglesia de san Juan de Toledo y san Vicente de Labuerda.
Tuvimos mucha suerte con el tiempo pues disfrutamos de un magnífico día otoñal en el que el paisaje que circunda la Peña Montañesa estaba esplendoroso con sus colores ocres, amarillos y rojizos tan propios de esta estación del año.
En primer lugar visitamos san Victorián, o mejor dicho, lo que queda de él; aunque las actuaciones últimas de consolidación del edificio lo han cubierto con techumbres de madera, han reparado paredes y suelos y ofrece un aspecto bien distinto del que algunos de los participantes recordaban cuando este monasterio era una ruina. Las explicaciones de Miguel, quien nos guió la visita, nos lo ambientaron en su historia a lo largo del tiempo.
A continuación fuimos a la iglesia de san Juan de Toledo de Lanata. En ella sorprende su magnífica factura de tradición lombarda con sus arquillos ciegos, lesenas y en el interior, sus bóvedas de arista y sus pilares de triple esquina que quedaron inacabados. Así como las pinturas murales que lo decoran entre las que sobresalen unos sorprendentes diablos.
Comimos , creo que muy bien, en Labuerda. Comida casera excelente y abundante.
Con el estómago aún lleno nos dirigimos a la iglesia de san Vicente. Gracias a la pericia de nuestro buen conductor pudimos subir hasta allí sorteando complicadas curvas y estrechas rampas que no se construyeron para circular con coches y menos con microbuses. Pero llegamos y llegamos bien.
Siempre me sorprende cómo en esos pequeños núcleos de población , con tan poca gente, se destinaron los recursos de aquellas sociedades para construir iglesias como esta que, además, alberga en su interior un retablo gótico de finales del XV, que se conserva en el mismo sitio para el que fue creado y que después de su restauración, luce muy bien iluminado para deleite de todos nosotros.
Las 36 personas que componíamos esta expedición disfrutamos y contemplamos las obras de nuestro entorno al natural que es uno de los objetivos que nos proponemos con la realización de estos viajes.
Así que, ¡hasta el próximo…!
Mª Dolores Pons de Pablo
Vicepresidenta de la Asociación