CONSERVACIÓN PREVENTIVA EN EL MUSEO

La conservación preventiva es un elemento fundamental de la política de conservación de nuestro Museo, que cuenta con un Programa de Conservación Preventiva Integral consistente en la planificación de rutinas de control y mantenimiento para detectar posibles alteraciones y proceder a su tratamiento inmediato.
La supervisión permanente de las piezas por parte de personal cualificado, nos permite tratarlas en cuanto se detecta una mínima alteración, dado que nuestro museo es uno de los pocos centros aragones que cuenta con un restaurador en su plantilla.
El ámbito de  actuación de nuesgtro Plan de Conservación Preventiva abarca aspectos vinculados a

  • las condiciones ambientales de temperatura y humedad relativa
  • la intensidad lumínica
  • el control de plagas
  • la realización de limpiezas y revisiones periódicas.

Durante el mes de enero del presente año 2012, se ha realizado una revisión y limpieza básica general de todas las piezas del Museo. Tras la limpieza de vitrinas y cristales, se procedió a un aspirado de la suciedad superficial depositada sobre las obras con ayuda de brochas de pelo suave, para evitar su acumulación. Durante este proceso se detectaron alteraciones puntuales, y se planearon las estrategias adecuadas de actuación en cada caso.

En algunos casos, en que no resultaba recomendable mover las obras de su ubicación en la exposición, se procedió a su tratamiento in situ, como por ejemplo, en el caso del Dosel de la Última Cena de la Iglesia de Buisán.

En esta obra se observaron levantamientos de la capa pictórica centrados en el azul del cielo, que se asentaron con cola de conejo al 7% y planchado con espátula caliente.
En la predela del mismo retablo también había levantamientos y cordilleras que se asentaron con el mismo adhesivo.

TRATAMIENTO DE LAS PIEZAS IN SITU.

También se detectaron levantamientos en las tablas de San Roque y San Sebastián de Calvera, en la de San Juan Bautista de Bisaurri y en la de San Pablo de Obarra. Se procedió al asentado de las lascas in situ con cola de conejo al 7% en agua destilada por inyección, con planchado de espátula caliente posterior.
Buena parte de las tallas expuestas en la vitrina de escultura de la Planta 3 presentaban aletraciones debidas sin duda, al cambio de ubicación de las obras del Museo antiguo al actual y a su adaptación a las nuevas condiciones ambientales.
Las tallas policromadas de San Antonio de Padua y de San Pedro en Cátedra presentaban levantamientos de policromía localizados y muy puntuales.
Otras tres piezas, San Miguel, Santa sin identificar y San Bartolomé de Tricas, presentaban levantamientos más graves de la policromía. Para el asentado de las lascas levantadas se procedió con cola de conejo al 7% en agua destilada y planchado.
Con estas actuaciones se garantiza la correcta conservación de las piezas evitando tener que recurrir a costosas restauraciones futuras.
Nuestro objetivo es implantar estas rutinas de control en todo el patrimonio diocesano y concienciar a los párrocos y a las personas al cargo de los templos, de la necesidad de vigilar el estado de conservación de las obras que custodian,  advertir posibles alteraciones y comunicarlas a fin de poder responder con una solución satisfactoria.

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