El altar mayor está presidido por una magnífica talla en piedra de la Virgen, del siglo XIV, mientras que la talla románica, que se creía desaparecida, se ha localizado en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, donde fue depositada por coleccionista particular de Barcelona.
El campanario, de planta cuadrangular, es posterior, aunque sus muros solo se alzaron hasta tres metros, bien porque no llegó a terminarse o bien porque fue destruida.
Durante la Guerra Civil Española, el retablo mayor que presidía el presbiterio fue quemado; la única tabla que se conserva de este conjunto es la tabla de san Pablo, que se puede contemplar en el Museo Diocesano Barbastro-Monzón.
También fue sustraído el sarcófago del barón de Espés, una magnífica obra gótica realizada en alabastro policromado en el siglo XIV y que está en la Burrell Collection de Glasgow, mientras que dos de los tres leones que sustentaban el sarcófago están en el Museo Diocesano Barbastro-Monzón.
El acceso al templo se realiza a través de la fachada sur, con una portada de doble arco de medio punto que apoya sobre capiteles de origen visigodo, que presentan una decoración vegetal muy esquematizada.
A escasos metros se ubica la iglesia del siglo XII de san Pablo, de una sola nave, cubierta con bóveda de medio cañón y ábside semicircular, cubierto con bóveda de cuarto de esfera. Su función pudo haber sido la de dar cobijo y servicio religioso a los peregrinos y viandantes, mientras que la iglesia principal quedaba reservada al uso de los monjes del monasterio. Sobre la puerta de acceso hay un crismón.
El palacio abacial, de estilo gótico, está prácticamente en ruinas.
En 1931 fue declarado Monumento Nacional.